Lo crea o no, este es un lugar real. ¡Juro que se veía así! O al menos así es como lo recuerdo; una vista instantánea por la ventana mientras el tren atravesaba las montañas del sur de Austria camino a Croacia. De vez en cuando, una determinada vista me cautiva por razones que no puedo comprender. Algo sobre los colores o la composición o el diálogo de elementos simplemente me habla. Por eso me encanta tener sensibilidad estética; es una especie de inteligencia corporal que no tiene nada que ver con el intelecto. Puede captar la calidad del mundo en un momento, dejando mi cerebro consciente desconcertado.
 Impresión de edición limitada firmada de solo 20, $ 95.
 Una descarga digital de esta imagen está disponible por $ 15 en el estudio.