¿No somos todos arrojados repentinamente al mar, nuestro mundo convertido en líquido a nuestro alrededor? El horizonte se agita mientras luchamos momento a momento para dar sentido a nuestro entorno y para tratar de avanzar hacia la solidez. Nuestra condición está más allá de la comprensión, arraigada solo en la esperanza.
Estoy pintando esta frustración al óleo, una y otra vez, tratando de encontrar un lugar de paz.
Algunas quejas de nuestro corazón a las lágrimas
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